martes, 6 de mayo de 2008

Egipcio y los jeroglíficos

Ademas de la escritura cuneiforme, los egipcios también aportaron su granito de arena al mundo de la escritura a través de los jeroglíficos.


Los jeroglíficos fueron un sistema de escritura inventado y utilizado por los antiguos egipcios para comunicarse desde la época predinástica hasta el siglo IV. El sistema de escritura egipcio comprende tres tipos básicos: jeroglífica, hierática y demótica, esta última corresponde al periodo tardío de Egipto.


Se caracteriza por el uso de signos, cuyo significado se conoce gracias al descifrado de los textos contenidos en la Piedra de Rosetta, que fue encontrada en el siglo XIX, en la que está grabado un decreto en tres tipos de escritura: jeroglífica, demótica y griega uncial. Conseguir descifrar este documento se lo debemos a los estudios realizados por Thomas Young y, fundamentalmente, a Jean-François Champollion.


Etimología:
La palabra jeroglífico proviene de las raíces griegas ιερος (sagrado) y γλυφειν (grabar).

La frase egipcia para jeroglífico se translitera mdu nṯr, transcrita como medu necher, significa 'palabras divinas'.


Historia:
Se estima que la escritura jeroglífica se comenzó a utilizar hacia 3300 adC, aproximadamente en la misma época en la que surgió la escritura cuneiforme en Mesopotamia. Fue empleada durante más de 3600 años, pues la última inscripción conocida se graba el día 24 de agosto de 394 y se encuentra en el templo de File.

Desde la época del Imperio Antiguo los jeroglíficos egipcios fueron un sistema de escritura en el que se mezclaban ideogramas, signos consonánticos (simples, dobles, triples e incluso de cuatro o más consonantes) y determinantes (signos mudos que indicaban a qué familia conceptual pertenece una palabra). A partir de la dinastía XVIII, los escribas comenzaron a utilizar cierto número de signos consonánticos dobles silábicos (sȝ, bȝ, kȝ etc.) para transcribir los nombres semíticos o de dicho origen.

Los símbolos eran también figurativos: representaban algo tangible, a menudo fácil de reconocer, incluso para alguien que no conociese el significado del mismo. Y es que, para diseñar la escritura jeroglífica los egipcios se inspiraron en su entorno: objetos de la vida cotidiana, animales, plantas, partes del cuerpo, etc. Durante el Antiguo, Medio y Nuevo Imperio se calcula que existían alrededor de 700 símbolos jeroglíficos, mientras que en la época greco-latina, su número aumentó a más de 6.000.

Los jeroglíficos se grababan en piedra y madera. El uso de los jeroglíficos grabados se limitaba a los dominios en los que la estética o el valor mágico de las palabras adquirían relevancia: fórmulas de ofrendas, frescos funerarios, textos religiosos, inscripciones oficiales, etc.

Había dos tipos de escritura egipcia: la hierática y la demótica.

La escritura hierática era de grafía más sencilla, reservada a documentos administrativos o privados y generalmente utilizada sobre papiro, ostracon (fragmentos cerámicos), e incluso tablillas de madera. Los egiptólogos las distinguen de los llamados jeroglíficos lineales, que se pintaban sobre los sarcófagos de madera y en los textos del "Libro de los Muertos".

A partir de la época saíta (dinastía XXVI), la escritura hierática fue parcialmente suplantada por una nueva escritura básica: la demótica. Se trataba de una simplificación extrema de la hierática reservada a las actas administrativas y a los documentos de la vida cotidiana, de ahí su nombre de escritura "popular". A partir de entonces, la escritura hierática será utilizada preferentemente para transcribir textos religiosos o sacerdotales, conjuntamente con la escritura jeroglífica, de ahí su nombre de escritura "sacerdotal". En la época ptolemaica, el griego se irá imponiendo progresivamente como lengua administrativa.

Por otra parte, es preciso señalar que, según ciertos investigadores, la escritura jeroglífica sería, junto con la influencia del proto-sinaítico, el origen del alfabeto fenicio, el cual a su vez derivaría en el alfabeto hebreo, arameo y griego, de los cuales provienen los alfabetos latino y cirílico.


Causas del desarrollo del sistema de escritura
Los jeroglíficos reflejaban el lenguaje habitual, aunque con el tiempo fue utilizado preferentemente en las simbólicas representaciones de los templos, desestimándose su uso, por su clara falta de idoneidad en la escritura de uso diario; hay que tener en cuenta que las necesidades de escritura, ya en el Imperio Antiguo, como eran la contabilidad de insumos, alimentos demandaba multitud de escribas que anotaran cantidades, clasificaciones, etc., y en este proceso de reproducción la escritura jeroglífica resultaba poco práctica. Por esta necesidad, los signos jeroglíficos van derivando en otras grafías, más fácilmente reproducibles con cálamos de los escribas, (este era el instrumento de escritura por excelencia), dando origen a la escritura hierática.

Para la escritura cotidiana se utilizaba el hierático, y así lo evidencia el papiro Rhind, donde consta una muestra del conocimiento matemático de los antiguos egipcios. Los ejemplares que se poseen en la actualidad del incorrectamente denominado "Libro de los Muertos" emplean esta forma de escritura.

La escritura jeroglífica quedó reservada para los monumentos reales, templos, palacios, tumbas, joyas, muebles de la corte, amuletos, etc., por cuestiones no solo estéticas sino también por su carácter simbólico y mágico, pues grabar el nombre de una persona en jeroglífico implicaba que cometer un error al escribirlo o el hecho de dañarlo podría influir en la persona a quien hacia referencia dicho jeroglífico.


Egipto como cuna de la escritura
Los más antiguos documentos de escritura conocidos los descubrió el equipo del Instituto de Arqueología Alemán, dirigido por Günther Dreyer.
Son un conjunto de 300 vasijas y tablillas de arcilla, encontradas en el enterramiento del soberano predinástico Escorpión I, hallado el año 1997, en
Umm el-Qaab, Abidos, datadas mediante carbono-14 de 3300 a 3200 adC.

Están inscritas con caracteres jeroglíficos, incisos o dibujados con tinta, desvelando una verdadera escritura compuesta de signos fonéticos, que informan de los impuestos pagados en especie al rey.

Último vesitigos de la escritura jeroglífica
La última inscripción jeroglífica de la se tiene evidencias fue grabada en los muros de la puerta erigida en la época del emperador Adriano, situada en el recinto del templo del Isis, en File; se grabó el día 24 de agosto de 394; era una invocación al dios kushita Mandulis.


La información ha sido extraída de:
http://es.wikipedia.org/wiki/Jerogl%C3%ADfico

Tatiana Martínez Lizama

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